Principal > Protagonistas > Sergio
"Sergio es el chico introvertido del grupo. Nunca acabarás de conocer realmente su forma de pensar o de ser porque se guardará las cosas para él, pero una vez que entablas relación y amistad ten por seguro que le tendrás a tu lado hasta el último momento."
Sergio Manzano tenía 12 años cuando pisó el internado Sáez por primera vez. No es que entrara con muy bien pie, debido a su carácter. Sergio es una persona racional y calculadora, incapaz de actuar sin meditar detenidamente los pros y los contras que conllevarán sus actos. No hay una acción sin reacción, el llamado efecto mariposa ya conocido, y eso es lo que verdaderamente impulsa a Sergio a actuar de la forma en la que lo hace.
Su refugio fueron los libros. Desde pequeño le costó hacer amigos, empatizar y encariñarse de gente. Las causas no eran precisas ni conocidas, pero las consecuencias fueron devastadoras.
Nunca considero que eso fuera un problema ni le supuso algo "preocupante", pero no podía negar que era un chico solitario y, a veces, hasta repudiado. Eso fue lo que le impulsó a volcarse en la lectura y en el conocimiento, hasta que la biblioteca empezó a ser su nuevo hogar, en donde pasaba tardes enteras sin aburrirse.
La biblioteca pasó a ser su segundo hogar, pues se tiraba en ella horas y horas estudiando cosas de lo más variadas, pero que le interesaban enormemente.
Este hecho le condujo a los libros como vía de escape y, a su vez, como fuente de conocimiento. Ya que no podía ser el mejor amigo o incluso persona en cuanto a sociabilidad se trataba, sería el chico más listo que existiera. Su capacidad, de primeras era bastante óptima pero no dudó en cultivar la cabeza cómo si no tuviera más músculos en el cuerpo. Poco a poco, y a pesar de su corta edad, Sergio destacó no solo en su clase, sino también en todo su colegio, yendo a concursos de escritura, matemáticas y ciencias y no bajando en ninguno de ellos del podio. Parecía haber encontrado su catarsis, su clima y su felicidad. Su razón de ser era el conocimiento, la sabiduría y, en efecto, se encontraba muy orgulloso de ello ya que era el mejor en esa disciplina y ni por asomo había conocido a un rival de su calibre. Sin embargo, eso conllevó a un problema. Su curiosidad e inteligencia le llevaron a un aburrimiento total por las materias impartidas. Nada le emocionaba ni le resultaba interesante. Todo era banal, básico e insultante para lo que él sabía, ¿Cómo podía mitigar eso? ¿Cómo podía saciar aquel vacío que estaba empezando a sentir en el pecho y que no conseguía llenar con nada?
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La solución a sus problemas
Nunca sabrá decir cómo ni por qué tuvo tanta suerte pero, navegando por Internet en una de sus muchas tardes de aburrimiento y de nula compañía más allá de los inventos que él mismo había diseñado y había hecho funcionar para asombro de la comunicadad científica debido a su pronta edad, dio con la solución. Un anuncio sobre internados de élite en lugares paradisiacos. Podría aprender idiomas porque entraba gente de todo el mundo (Aunque el dueño fuera de origen español y la mayoría de los estudiantes que parecía acoger fueran de su mismo país), nuevas culturas y lo más importante: Nuevas personas.
El correo de confirmación llegó a la bandeja de entrada de Sergio en escasos minutos de hacer su solicitud.
A pesar de la negativa inicial de su familia, argumentado que era innecesario y que podía estudiar y aprender más en un lugar más cercano, Sergio logró salirse con la suya gracias a sus sabios dialogos y a su forma tan elaborada y majestuosa de vender ese internado como una forma de curarle de esa depresión por la que parecía estar pasando y de la que no veía escapatoria. En cuanto sus padres le dieron el Sí, Sergio envió la solicitud y al momento a su correo llegó todo lo que necesitaba para iniciar su nueva vida, todo lo que necesitaba para ser feliz.
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En cuestión de días, Sergio había hecho el pasaporte, había sacado los billetes y ya tenía sus tres maletas de ropa (y otra más con aparatos electrónicas) hechas y apartadas para el gran día en el que tuviera que decir adiós a su antigua vida y recibir con los brazos abiertos aquella nueva aventura.
Y, aunque tardó en llegar, el día finalmente llegó. Sus padres le acompañaron hasta el aeropuerto con intenciones poco eficaces de que se quedara en tierra. Sergio lo tenía claro y quería empezar una nueva vida, quería empezar de 0 y no iba a dejar pasar esa oportunidad por nada del mundo. Una vez consiguió zafarse de los brazos de su padre y de los besos de su madre, montó en el avión y dejó atrás su vida pasada, sin remordimientos y sin añoranzas. Solo con deseos de mejorar y demostrar que era el mejor, sin importar donde estuviera.
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¿Qué hará que Sergio se inmiscuya en los problemas que parecen rodear a este internado? ¿Formará parte de ese grupo de chicos únicamente por su conocimiento o logrará dejar atrás esa actitud y ese carácter que han conducido su vida y le han llevado hasta el internado Sáez? En boca del autor, Sergio es un personaje que puede llegar a desquiciar pero que no puedes vivir sin él. Es un mal necesario para el grupo". Inteligente, difícil de tratar y con un objetivo claro. Lo único que queda por saber es si logrará todo lo que este ambicioso chico se propone.
Clip de Audio
Extracto de Audio en el que se podrá conocer mejor al personaje. Una primera toma de contacto en la que se podrá saber aspectos de su personalidad, su forma de ser y lo que más le ha motivado para iniciar esa nueva etapa en el internado.