




Alejandro Pizarro Rodríguez es un joven madrileño de 22 años de edad que nació un frío y nevado día 23 de Diciembre de 1997. Desde pequeño vivió en Parla, una localidad ubicada al sur de Madrid, que nunca le gustó y siempre tuvo intención de dejar atrás y no volver (aunque a día de hoy no lo ha logrado y sigue ahí). Su colegio e instituto están en Parla y, por tanto, la mayor parte de sus amigos están ahí, a los que valora y aprecia mucho. Se considera una persona muy ambigua ya que es muy independiente pero a la vez le gusta sentir el cariño y apego de la gente. Otras cualidades que tiene son su ambición y determinación para las cosas y, si tiene que destacar algún defecto sería su desorden a la hora de trabajar y ser un quisquilloso si las cosas no salen como quiere y debe salir.
Desde pequeño se ha caracterizado por ser un chico muy creativo, con una gran imaginación e ilusión por inventar e imaginar historias y mundos totalmente nuevos en donde sucedían un montón de aventuras. Por ello, su vocación desde pequeño siempre fue la de ser escritor o dedicarse a algo relacionado con el arte. Necesitaba echar fuera todo lo que le rondaba por su cabeza y que la gente se impregnara y disfrutara con ello. Quería escribir guiones, novelas, expresarse por medio de la música o de la actuación. No le importaba mientras la finalidad fuera transmitir un mensaje y que hubiera un público dispuesto a escucharle y darle voz.

"Una de sus grandes pasiones era el cine. Tenía claro que quería formar parte del proceso creativo de una obra artística"
Una de sus grandes pasiones desde que era pequeño fue el cine. Nunca tuvo claro si quería estar delante o detrás de las cámaras, pero lo que tenía claro era que quería formar parte del proceso de creación de una obra artística. En la sociedad en la que vivimos es inevitable consumir más cine que teatro o literatura (ya sea por cuestión económico o por tema de accesibilidad), de ahi su preferencia por el séptimo arte y no ese impulso de decantarse en otro momento por otras áreas.
Las letras, su pasión
Desde pequeño ha sido una persona muy responsable y metódica. Aprendió a leer y escribir muy pronto para así poder coger los libros y devorar una historia tras otra. De hecho, durante la primaria en su colegio realizaban competiciones o retos de "A ver quién es el que lee más libros durante este mes" y no había mes que no recibiera la medalla de oro. Todos los viernes sacaba uno o dos libros de la biblioteca del colegio y se los leía encantado de poder leer nuevas aventuras y deseando en un futuro lograr que las siguientes generaciones se quedaran tan embelesados con sus escritos como se quedaba él.
En esta época compaginaba sus aficiones literarias/artísticas con el deporte, en este caso el baloncesto, yendo a entrenar dos días por semana de manera oficial y los fines de semana a entrenar por su cuenta. Una vez empezó el instituto el deporte se hizo a un lado y se volcó de lleno en la escritura como medio de evasión de trabajos y estudio. No fue hasta después de unos años cuando no decidió volver a hacer algo de ejercicio, apuntándose a un gimnasio donde nadaba y hacía ejercicios de cardio especialmente, para luego ya pasar a ejercicios de musculatura y fuerza.
En esta nueva etapa sintió que su futuro iría dedicado a los niños. Quería ser profesor porque su ilusión era transmitir conocimiento, enseñar a todo el que pudiera aquello que sabía. Se decantaba más por ser profe de primaria, especialmente de algo como conocimiento del medio o lengua, pero no duró mucho aquel interés porque nacían nuevos objetivos, como el cine, los libros o los videojuegos. Empezó a querer dedicarse a la actuación o a la dirección de películas y series (y acabar en un futuro actuando en sus propias creaciones). Sin embargo, la sociedad actual en la que se desprestigian las artes le hizo sentirse algo intimidado ante la idea y también la descartó.

"Quería ser profesor porque su ilusión era transmitir conocimiento, enseñar a todo el que pudiera aquello que sabía"
Etapa adulta
Otras ideas que tuvo fue la de criminólogo o psicólogo, seguramente influenciado por la cantidad de series y películas policiacas que veía en casa y pensando que todo sería como un caso de C.S.I. Miami, pero no se decantó por ello porque cuando barajó esta posibilidad ya estaba haciendo el bachillerato de humanidades y la nota no le llegaría para esta modalidad. Luego descubrió que después de la carrera debía hacer un máster obligatorio para ejercer de ello y declinó cualquier idea acerca del deseo de hacer algo similar. Tenía claro que si estudiaba algo más después de la carrera sería por gusto y no por necesidad de encontrar un trabajo porque si no lo hacía no le iban a llamar de ningún lado.

"En 2015 entró en la universidad y dos años después publicó su primer libro bajo el sello editorial Chiado Ediciones."
Aquí descubrió Periodismo y Comunicación Audiovisual, un doble grado que le serviría en su carrera y sueño como escritor y que le convenció por la cantidad de salidas que tenía. En 2015 entró en la universidad y dos años después publicó su primer libro bajo el sello editorial Chiado Ediciones, una editorial portuguesa que le entregó su primera novela en formato físico y digital en Julio de 2017. Ha estado trabajando en diversos sectores, tanto del ámbito de la información como alejado de él.
Desde que tuvo edad para trabajar ha estado en una urbanización de vecinos como Socorrista, en un gimnasio como monitor de natación y socorrista; Como trabajador de Carrefour y trabajando en diversos medios en los que ha hablado de multitud de temas como deporte, series, películas, política o cultura. Su último trabajo estuvo enfocado en la puericultura como redactor en una empresa de productos de bebé y maternidad. Su idea, dentro de las dos carreras es realizar un trabajo frente a un ordenador y no a pie de calle, como un periodista tradicional, pero sabe que la vida da muchas vueltas y lo que tiene claro es que no piensa cerrarse ninguna puerta.