




Principal > Protagonistas > Alberto
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"Alberto es el soplo de aire fresco que necesita la historia. Será ese personaje entrañable del que necesitas saber de él en todo momento"
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En la entrevista que dio el autor no dio muchas pistas sobre los personajes porque decía que debíamos conocer a los personajes desde cero, sin prejuicios iniciales que condicionaran la forma de pensar del autor. No obstante, de Alberto sí que reveló algunas cosas interesantes como lo necesario que será para la trama, siendo un pilar fundamental en el desarrollo de la historia, tanto la principal como en la evolución de la mayoría de los personajes.

El divorcio de sus padres fue algo que no se esperaban ni él ni su hermano. Fue el momento donde toda la familia se separó para siempre.
Alberto, de tan solo 12 años, llegará ansioso al internado Sáez donde vivirá la mayor aventura de toda su vida. Pero, aunque esta sea la más intensa y peligrosa, antes de llegar a este colegio, el pequeño ya tuvo que pasar por su propia aventura desagradable personal.
Es hermano de Luis y, al igual que el mayor, él tampoco se esperaba la inesperada noticia del divorcio de sus padres aquella tarde después del cole cuando les hicieron sentarse a los dos en el sofá para tener una importante charla familiar.
Podría ser pequeño e inocente, pero no era tonto. La gente se separaba cuando no eran felices y sus padres sí lo eran. O al menos eso aparentaban delante de sus dos hijos. Aquella noticia le destrozó porque vio como su pequeño mundo se venía abajo.
Tras la noticia donde se anunciaba el fin de esa unidad familiar llegó la siguiente bomba: Cada hijo se iría con uno de los padres, separando así a los hermanos. Eso fue la gota que colmó el vaso para que Alberto protagonizara una de las rabietas más sonadas de toda su vida. Empezó a llorar de pena, de tristeza y especialmente de impotencia. No podía hacer nada para impedir todo aquello y eso era lo que le destrozaba.
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La relación que tenía con su hermano era genial y era su pilar en la vida. La persona que le sacaba fuerzas de flaqueza de donde ni él sabía que podía extraer ni un solo ápice, ¿Qué iba a hacer ahora sin él? No quería decirle adiós. No podía hacerlo. Así pues, sus padres no pensaban como él y creyeron que eso sería lo mejor, pero que a su madre le saliera un trabajo en el extranjero forzándola a marcharse junto a Luis no ayudó a mejorar la situación.
Esperaba que fuera algo temporal, una cosa puntual que en cuestión de semanas o meses se solucionaría y volvería a ser todo como antes.
Pero las horas del reloj pasaban, las hojas del calendario daban paso a unas nuevas y las estaciones se fueron sucediendo. Nada volvería a ser como era antes y finalmente Alberto tuvo que aceptarlo a regañadientes. No podía culpar a su padre en el fondo. A pesar de lo sucedido, éste intentaba hacer a Alberto

Alberto tachaba todos los días del calendario, con la esperanza de que algún día fuera el que tanto esperaba: La reunión familiar y el encuentro con su hermano.
el chico más feliz del mundo. Pasaban un montón de tiempo juntos, lecompraba muchas cosas y le llevaba a un montón de sitios que le dejaban boquiabierto y fascinado. Sin embargo, no le bastaba. No le era suficiente y su padre lo sabía, ¿Qué podía hacer para que su hijo se sintiera bien y volviera a sonreír como lo hacía antes?
Tras mucho pensarlo y buscar soluciones que no parecían llegar a buen puerto, vio la respuesta a sus problemas: El internado Sáez. De primeras pensó que la idea podría aturdirle más, ya que sería separarle del único familiar que le quedaba, pero la idea de que su hermano mayor le acompañara y estudiara junto a él fue el estímulo perfecto que animaría al pequeño en aquella nueva aventura. Con una llamada de menos de tres minutos a su ex mujer, contándole sus impresiones, ella aceptó y le dijo al pequeño que tendrían que hablar nuevamente en otra de sus "charlas importantes". Sabía que este aceptaría, pero lo que más ilusión le hizo fue escuchar la emoción de su hijo Luis al otro lado del teléfono, detrás de su madre, pletórico y pidiéndola a gritos que le dejara ir para estar con su hermanito.

El emotivo encuentro con su hermano acabó con un precioso abrazo que simbolizaba el cariño y aprecio que se tenían.
Alberto reaccionó bastante bien. Una sonrisa asomó en su rostro en cuanto su padre le dijo que volvería a ver a su hermano. Aunque no tenía muchos recuerdos con él, pues sus padres se divorciaron cuando él tenía 4 años, tenía la necesidad de estar con él. No compartía muchos momentos en su cabeza junto a su hermano y era algo que quería solucionar. Lo sentía dentro de él. No sabía por qué, pero le necesitaba en su vida y sentía que era alguien imprescindible en ella.
Cuando llegó al internado Sáez y se reencontró con Luis en el aeropuerto, puede que fuera el momento más emotivo de toda su via. Nunca olvidará esas ganas de llorar que tuvo incontrolables, o ese cálido abrazo que le dio ese chico, prácticamente desconocido y que había vivido más tiempo alejado de él que a su lado, pero que compartía su sangre y su misma emoción.
Así que sí, puede que Alberto empezara con esa amalgama de sentimientos en el pecho y en el corazón. Con esa sensación de plenitud. Pero eso cambiará irremediablemente. Tal y como el autor afirmó durante su entrevista, con Alberto el lector podrá respirar un poco de esa historia de tensión. Al ser el protagonista más joven, su inocencia y sus miedos se verán exteriorizados mucho más que a los del resto, pudiendo empatizar con él mucho más que con los demás. Es un personaje al que no podrás evitar coger cariño y aprecio, gracias a la ternura que desprende y, a parte de la clara relevancia que tiene dentro de la historia en sí, es una pieza fundamental en el día a día dentro del internado. Un soplo de aire fresco a una historia trepidante en la que se sumergirá de lleno y gracias a la cual tendrá que evolucionar y madurar para salvarse a sí mismo, a su hermano y al resto del mundo.
Clip de Audio
Extracto de Audio que sirve como primera toma de contacto con el personaje, ya que cuenta algunos rasgos de su forma de ser y su personalidad, al igual que ayuda a ver que es lo que le motiva y agrada para ir al internado.