




Principal > Protagonistas > Andrea
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"Definir el rol de Andrea dentro de la historia es algo bastante complejo. Creo que es un poco ese pegamento que hace que la historia no se caiga a pedazos. De hecho, creo que sin ella no habría historia."
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Se podría decir que Andrea es el personaje más elaborado a la hora de contar ya que es la que más tranquila y "Normal" ha vivido su vida. No ha tenido que vivir discriminaciones, divorcios ni conflictos personales internos que la hicieran replantearse su vida y la dieran pie a iniciar un cambio drástico.
Sus notas escolares eran muy buenas. De hecho, su etapa estudiantil tampoco es que fuera aburrida, pues había congeniado muy bien con un grupito mixto de chicos y chicas en el colegio, en donde había conocido a su primer amor y que le había roto el corazón, pero al que seguía queriendo como a un hermano, como solo dos grandes amigos podían querer. Nunca pudo decir que los años previos a su entrada al internado hubieran sido desastrosos ni nada parecido. Se sentía afortunada y bastante querida en todos sus ámbitos y facetas

En cuanto a su círculo social, Andrea era una chica muy extrovertida y popular, contando con grandes amistades desde muy pequeña.
Necesidad de cambios
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No obstante, no todo en la vida de Andrea era perfecto. Eso era verdad y ni ella misma podía negarlo. Había algo que no la hacía sonreir plenamente. Algo que completamente la atormentaba y debía solucionar, aunque no supiera como: El aburrimiento. Todo el mundo tenía una meta, un objetivo. En cambio ella tenía miedo de sentirse tan plena con su vida ahora mismo que no tuviera la necesidad nunca de cambiar, de mejorar, ¿Qué podía hacer? Era muy joven para pensar en ello, pero la aburría no tener esa finalidad que perseguir porque podía alcanzarlo sin problemas. Se sentía capaz de todo.
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Esta idea la rondó por la cabeza mucho tiempo. Necesitaba algo, un estímulo en la vida que la hiciera despertar, que la evitara un adormilamiento que pudiera desembocar en dejadez y pasotismo en un futuro. Por dios, no sabía ni lo que quería ser en un futuro, a qué se quería dedicar, pero no podía cerrarse puertas por su poco interés hacia absolutamente todo.

"Eso impulsó a Andrea a buscar otro sitio donde estudiar y ser feliz. No quería monotonía, quería ser libre y descubrir mundo."
Eso impulsó a Andrea a buscar otro sitio donde estudiar y donde ser feliz. No quería monotonía, quería ser libre y descubrir mundo. Quería emociones y diversión. Quería, en pocas palabras, abrir sus alas al mundo.
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A los pocos días encontró el Internado Sáez, buscó opiniones e información de todo tipo y se lo planteó a sus padres. No hizo falta convencerles mucho ya que lo más importante para ellos era su felicidad y eran conocedores de la forma de ser de su hija.
Si había imaginado que ese lugar era el remedio a todos sus males, nada ni nadie lograría convencerla de lo contrario. Debía ir allí y corroborarlo por sí misma.
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La vida en el internado Sáez
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Ese fue el primer año que la chica se fue a la isla de Moorea. Con solo 12 años puso rumbo a su nuevo destino, emocionada por esa nueva aventura y aterrorizada por lo inesperado. Había escuchado críticas geniales, había leído maravillas de aquel lugar y estaba ansiosa por descubrirlo.
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Y así fue, el internado Sáez no solo cumplió con todas sus expectativas, sino que además las superó con creces. El director se implicaba personalmente en la situación de cada estudiante y le ayudaba hasta la saciedad; Los compañeros de clase y de habitación se habían convertido en auténticos confidentes y amigos a los que no quería dejar nunca atrás; Y el ambiente festivo y serio que se respiraba ahí la encantaba. Sin duda había sido la opción más acertada. No se arrepentía lo más mínimo de aquella decisión. Tanto fue así que repitió al año siguiente, y al siguiente, y al siguiente... Hasta hacer este año su quinto consecutivo
Cada año resultaba mejor que el anterior. El ambiente, los profesores y alumnos... Absolutamente todo era inmejorable. Era increible como se conseguía superar aquel lugar, o a lo mejor era ella que se sentía tan cómoda allí que nada de lo que pasara la hacía cuestionarse si había decidido bien en el momento de la partida. avergonzada de haber decidido esa nueva vida. A medida que iba creciendo las fiestas semanales del internado fueron haciéndose más divertidas y su integración se hizo más evidente.
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"A medida que iba creciendo, las fiestas semanales del internado fueron haciéndose más divertidas."
Este nuevo año escolar, Andrea estaba tan entusiasmada con volver a la que ya consideraba su segunda casa, que hizo las maletas una semana y media antes de la partida. No veía que pasara el tiempo y los días se le estaban haciendo eternos. Lo que nunca se habría imaginado era lo que la esperaba al llegar allí. De haberlo sabido, y eso era algo que jamás se habría imaginado diciendo ni pensando, no se hubiera matriculado ni hubiera pisado la zona. Ante ella, y sin saberlo siquiera, se encontraba el curso más trepidante y emocionante que nunca había tenido. Las emociones a flor de piel en todo momento, Andrea descubrirá este nuevo año todas las facetas del internado Sáez: Su lado más oscuro y el más cálido y bello. La pregunta que se formulará Andrea no es si repetirá al año siguiente en ese internado, sino si volverá siquiera a su casa para poder plantearse siquiera hablar del próximo año.
Clip de Audio
Extracto de Audio que sirve como primera toma de contacto con este carismático personaje. Aquí se podrá conocer un poco más sus aspiraciones, sueños y forma de ser, al igual que aquello que más le gusta y motiva del internado.